sábado, 12 de enero de 2013

Razones para someter a juicio a Calderón/I


El poder es cómplice de la vil impunidad

¡¡Exijamos lo Imposible!! 
Milenio
Razones para someter a juicio a Calderón/I
Epigmenio Ibarra
 
Por décadas quienesdesde la silla presidencial, han saqueado al paísburlado las reglas más elementales de la democraciareprimido y asesinado a sus opositores se han ido impunes a casa.

Impunes gozando además de una pensión vitalicia que,con nuestros impuestospagamos todosImpunes yrodeados por aparatos de seguridad que les permitena ellos y a sus familiaresseguir sacando provecho de su situación de privilegio.

El ritual del linchamiento sexenal no pasa de la persecución mediática limitada —solo para terminar de acotar los restos de su poder— y el encarcelamiento, solo en algunos casos, de funcionarios menores que sirven como “chivos expiatorios” y como coartada de incorruptibilidad para quien apenas comienza a gobernar.

Lo cierto, sin embargoes que, más allá de estos arrebatos puramente retóricosel mandatario entrante garantiza al saliente un manto de impunidadDa a su antecesor lo que éla su vez, espera recibir de quien lo sustituya; patente de corso para hacer lo que le venga en gana mientras esté sentado en la silla.

Solo Luis Echeverríaacusado de genocidio por la represión al movimiento estudiantil del68 muchos años después de haber abandonado el cargoenfrentó una contingencia político-judicial que ni siquiera lo acercó a las puertas de la cárcel.

En su enorme mansión en San Jerónimo este oscuro personaje, que ya no tenía ni poderni influencia para hacer valer este pacto de impunidadse acerca a la muerte después de haber burlado el único esfuerzo en la historia por sentar a un ex mandatario en el banquillo de los acusados.

En América Latina militares y civiles que han traicionado a la democraciarobado yreprimido desde el poder han enfrentado juicios y han sido condenados a duras penas de cárcel.

Incluso en países como Chile y Argentinadonde la transición pacífica de una dictadura a la democracia exigió el “perdón y olvido” y la elaboración de leyes como la de “obediencia debida”una vez vencidas las resistencias de la institución armadareducido su protagonismo en la vida del país y fortalecida la democracia, se ha procedidoluego de revertir esas medidascontra generales y almirantes.

En muchos otros países los ex mandatarios civilesincluso los que obtuvieron altísimas votacionesno han escapadocomo los ex presidentes mexicanos, a la acción de la justicia y eso ha hecho que esas democracias estén hoy en mucho mejores condiciones que la nuestra omás biende lo que queda de la nuestra.

Somosen ese sentido, la vergüenza del continente. Los poderosos nos doblegan ymansamente los dejamos hacer y deshacer a su antojoSi esto no terminaSi permitimos que la impunidad transexenal siga produciéndoseningún futuro tiene la democracia mexicanaHeredaremos a nuestros hijos el abuso, la humillación quepor décadas,hemos tolerado.

Inútil creer que Enrique Peña Nietoheredero y continuador de la tradición priista de impunidadtenga la disposiciónel coraje para actuar de otra manera¿Cómo podemos esperar que Peña Nieto someta a la acción de la justicia a Felipe Calderón si ha solapado los latrocinios de su antecesor y padrino en la gubernatura del Estado de México, Arturo Montiel?

Nos toca a nosotroslas ciudadanas los ciudadanos conscientesactuar para llevar ante la justicia al hombre por cuya causa se ha derramado más sangre en la historia reciente de MéxicoNadie entre los tiranuelos que nos han gobernado iguala en ese sentido a Felipe Calderón HinojosaNadie, en tanto comandante en jefe de las fuerzas armadases responsable de la muerte de tantas y tantos mexicanos.

No es el resentimiento, ni el odio, ni el afán de venganza lo que nos mueve a los que promovemos el que, en las redes socialesse conoce como #JuicioaCalderonNo son las diferencias ideológicas y políticas las que nos han hecho firmar la demanda en su contraen la Corte Penal Internacional de La Haya.

Consideramos que hay razones suficientes para llevar a Calderón a juicio y tenemos la convicción de que no hacerlo sería tanto como renunciar a nuestro derecho a vivir en paz con justicia y democracia.

No podemos ni debemos tolerar que un individuoactuando contra la razón y por la fuerza, imponga una guerra queademás de no tener perspectiva alguna de victoria,habrá de prolongarse por muchos años.

Ningún comandante militar puede permitirse el cúmulo de despropósitos de Felipe Calderón sin enfrentar una corte marcialNadie puede demoler de esa manera las instituciones sin enfrentar las consecuencias jurídicas de sus actos.

Muchas vocesdesde organismos internacionalesla sociedad mexicana y la academia se alzaron previniendo a Calderón sobre los efectos desastrosos de su estrategia de guerra.A nadie escuchóEmpecinado en cumplir con un proyecto de miedo y muertedesató el infierno.

No fue una ocurrencia la suyaNi siquiera la necesidad de obtener la legitimidad de la que de origen carecíaSirvió de manera consciente a los intereses de una potencia extranjeraPara garantizar la paz en Estados Unidostrajo la guerra a nuestro paísSu opción por la fuerza bruta no hizo sino fortalecer a los cárteles de la droga y forzarlos a incrementar su poder de fuego y su barbarie.

http://elcancerberodeulises.blogspot.com o www.twitter.com/epigmenioibarra

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